martes, 19 de mayo de 2009

No grites



Poquito a poco la vida se desmorona
se hace turbio el charco en el que te ahogas.

Gritos de ayuda que no llegan a nadie
y sólo acaban el poco oxígeno en tus pulmones.

Con la cara roja, pediste una mano
quisiste que te halaran, que te salvaran...
y sólo recibiste la horrible vista de una espalda
que tenía escrito "te entiendo, cuenta conmigo".

No es tan difícil salvarte,
sólo necesitas calmarte,
darte cuenta que no es el mar, y mucho menos el océano
en el que crees perderte.

1 comentario:

Seo dijo...

tomare nota de exte texto.

me viene bien