miércoles, 7 de enero de 2015

Busco

Busco. No sé qué busco, pero busco. He acumulado canciones y poemas que dan respuesta a preguntas sin palabras. Colecciono atardeceres multicolores y el canto de ríos y mares. Lloro mis ojos heridos y el clamor de mi garganta. Mi piel ardiente me advierte del efecto del contacto, mientras mi corazón rebozado añora hacer retumbar la tierra con su latido. Se extienden mis brazos con el sueño de alas mientras me aferro a mis raíces conectadas a mi cuna. Nunca he necesitado de tragedias para sentir la nostalgia de la existencia. Todos llevamos heridas que nos recuerdan el vacío. Poco a poco, he descubierto que la risa limpia mi alma, dejo ir los reproches hacia mí misma, me burlo de lo cotidiano. A veces parezco un búho, un ser nocturno enamorado de la luna, del fuego de las estrellas que iluminan la más oscura de mis noches. Encontré el suspiro que guardé en mi pecho hace tanto tiempo y ahora el asombro aparece siempre que abro los ojos. En el silencio me reencontré con el universo, el universo en mí misma donde cada célula que es una galaxia, celebra el sentir. La danza del presente acaricia los rincones de esta vida que soy. Busco. Me busco. Autor: Catherine González Velandia

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