- ¿Acaso todo te molesta?- le preguntó a Sophie.
- ¿Acaso te molesta que me moleste?- su cara dibujaba una sonrisa burlona.
- No, claro que no. - él cruzó los brazos molesto por la respuesta que había obtenido. Creía que la haría recapacitar, que la haría reconsiderar su actitud y ella lo perdonaría así no más.
Ella sabía lo que él quería y su sonrisa se ensanchó aún más. Si hubiera sido una caricatura tendría una nubesita saliendo de su cabeza con un muñeco cagado de la risa.
LOS ÁRBOLES POETAS
Hace 10 horas
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